El Circo en Llamas
EL TRIUNFO DE LOS LARES
"La máquina del tiempo de Jorge Teillier: el triunfo de los lares". Texto leído en el IV Encuentro Mundial de Viajeros en el Tiempo (agosto de 2020).
Por Óscar Petrel

"En algún momento Jorge Teillier rebotó en su propio presente y no pudo volver a entrar. Se detuvo en un déjà vu más de la cuenta. Miró al gato más tiempo del debido. No siguió avanzando. Se detuvo en un poema. Se quedó parado bajo la lluvia. Vio fantasmas. Pasó de una temporalidad a otra y viceversa. Se perdió del lugar. No se halló".
Ya pasó el rápido a Puerto Montt
que antes se llamaba el Flecha del Sur.
Jorge Teillier
En este IV Encuentro Mundial de Viajeros en el Tiempo, es necesario rendir un homenaje al poeta Jorge Teillier. Es hora de decirlo, entre nosotros, pero también públicamente: Jorge Teillier fue el creador de un tipo particular de viaje en el tiempo. Original puesto que logró construir una máquina del tiempo con las materialidades de su propia palabra, capaz de trasladarlo no tan solo a él, sino también a su lector hacia ciertas temporalidades misteriosas de Chile. Diríamos que él mismo se transformó en una nueva unidad de medida dentro del extraño y hermoso tiempo que tiene la literatura chilena. Desarrollaré aquí algunos planteamientos dispersos y básicos sobre cómo fue que este autor se las arregló para camuflar los planos de su invento en su propio invento. Y cómo fue que triunfó finalmente.
1. Vivir en el presente como si viviera en el pasado
En algún momento Jorge Teillier rebotó en su propio presente y no pudo volver a entrar. Se detuvo en un déjà vu más de la cuenta. Miró al gato más tiempo del debido. No siguió avanzando. Se detuvo en un poema. Se quedó parado bajo la lluvia. Vio fantasmas. Los antecedentes están en su propia obra. Pasó de una temporalidad a otra y viceversa. Comenzó a leer poesía y quedó con desfase. Se perdió del lugar. No se halló. Tenía esa sospecha. Algunos teorizaron, dijeron que él buscó habitar el paraíso perdido. Hablaron del lar. Pero el asunto es más complejo. Teillier fue el primero que dio cuenta de la avería profunda del presente. El presente se está cerrando y cada vez es más difícil habitarlo. ¿Cuál es tu utopía?, le pregunta Cristián Warnken. Teiller responde: vivir en el presente como si viviera en el pasado.
Y es por eso que cada día hay más y más viajeros en el tiempo. Porque el presente se está cerrando de manera brusca y es el presente el lugar que debemos volver a recuperar. Sabemos: nos lo quitaron. Por eso estamos viajando. Se habla de la obra de Teillier como una pulsión hacia atrás. Pero debemos tener cuidado. Su obra no tan solo niega la modernidad, la supera. Su obra trata del presente; más aún, trata del futuro.
2. Teillier, un poeta del siglo XVIII
Por eso cuando Teillier escribía del presente parecía escribir ya echándolo de menos. Su obra es una reflexión sobre el tiempo. Voy a decir una obviedad: el bar para Teillier fue su propio taller mecánico. Tal vez un buen camuflaje en tiempos de dictadura. El poeta como una chapa. Juan Carlos Villavicencio nos da las pistas correctas sobre el carácter que asume el poeta y nos dice cómo Teillier se asemejaba al poeta romántico, entendido como ese poeta del siglo XVIII y del siglo XIX, Ccn esa manera particular de sentir la realidad, diría Baudelaire. Tiene razón Juan Carlos. Por eso es interesante la pregunta: ¿No será que Teillier era poeta para ser otra cosa en el fondo?
Volvamos a su máquina del tiempo. La particularidad es que la máquina es a su vez el mismo plano y el plano es la máquina, y la máquina es ese único poema fragmentado que se demoró toda una vida en escribir.
Cito dos versos de Teillier:
Tal vez yo no sea de verdad un poeta
¿quién soy yo? ¿Quién pensabas tú que yo sería?”
3. Niall Binns y Ana Traverso
Niall Binns escribe un libro que se llama La tragedia de los lares, donde da cuenta del fracaso del proyecto utópico del poeta. Ana Traverso, al referirse a la obra de Teillier, también nos dice: “se hace patente la experiencia del fracaso”. Yo me pregunto, ¿cuáles son los poetas que no fracasaron? El proyecto utópico, por ejemplo, de Neruda: ¿fracasó o triunfó? No debemos olvidar las palabras del entrenador del tiempo Marcelo Bielsa, quien dijo: “Nosotros deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando”.
Entonces, el de vez en cuando de Teillier no está en él, sino en su lector.
4. Déjà vú / la memoria está de nuestra parte
Dice Jorge Teillier en el mismo plano de su máquina del tiempo:
“Para mí la poesía es la lucha contra nuestro enemigo el tiempo, y un intento de integrase a la muerte, de la cual tuve conciencia desde muy niño, a cuyo reino pertenezco desde muy niño, cuando sentía pasos subiendo la escalera que llevaba a la torre de la casa donde me encerraba a leer. Sé que la mayoría de las personas que conozco y conocemos están muertas, creen que la muerte no existe o existe solo para los demás. Por eso en mis poemas está presente la infancia, porque es el tiempo más cercano a la muerte, y no canto a una infancia boba, en donde está ausente el mal, a una infancia idealizada; sé muy bien que la infancia es un estado que debemos alcanzar, una recreación de los sentidos para recibir limpiamente la admiración ante las maravillas del mundo. Nostalgia sí, pero del futuro, de lo que no nos ha pasado pero debiera pasarnos”.
5. Para el estallido social, en un muro de Puerto Montt, leí un grafiti que decía:
El futuro es el presente y el pasado está en todas partes.